En casa se jugó todo con la titular, pero esta suplente azul profundo fue parte del plantel campeón del mundo. Es la hermana silenciosa de un equipo que lo tenía todo: clase, fuerza, magia y a Zidane levitando sobre el césped. Esta casaca no se manchó en cancha durante el torneo, pero fue parte del vestuario que rompió la historia para los Bleus.
Diseño sobrio, elegante, con detalles rojos y blancos que marcan presencia sin necesidad de gritar. El gallo bordado con pecho inflado, como debía ser después de ganarle 3-0 a Brasil. Tiene el espíritu del ‘98, pero con un perfil más bajo y un misticismo que la hace única.
Talle: XL (ajuste amplio, estilo retro)
Valoraciones
No hay valoraciones aún.